sábado, 26 de julio de 2014

Todo sobre mojado y sobre todo lo mojado.



A la espera de la difunta
La que no tiene consuelo
A la espera una de la otra
Yo no le temo.

No temo ni siquiera su encanto claroscuro
Ni su herrumbre de vastos desconsuelos.

Acá me tienes
Y en desorden absoluto
Abstracta a todo
como un vidrio molido a palos
Un haz de luz al desierto
Con la fusta puesta
Pues si me arrinconas
Te clavo al alba y te dejo
ensimismada en la desgracia que te acoge.

Venite, que el vino y mis huesos
Se embeben y las horas pasan como raspando las paredes
de esta casa todo se junta entre el pucho y la cocina.

Siéntate conmigo en el hueco
aquel este donde arrebataré tu chillido
de lobezna y besaras el alba envuelta en pena.

El gato se fue en el tejado
Y la casa por las nubes
Ansío lo desprevenido
Y desprevengo lo que ansío
Me visto de luto un día festivo
Un plato con guisante
parece consolar a los dolidos.

El beso pretende lo que no puede dar
que es su constante deseo.

El llanto cae y el tejado se moja
Todo sobre mojado
y sobre todo lo mojado.

Un respirar y soplo me dejó envuelto
en una luz de encanto.

La pajarera es una mañana Oda
En los pajonales vi florecer el ocaso

Nací viví morí
Ensortijado en la calesita
Como un páramo de un te quiero
Un soliloquio de un mañana
Taciturna y a la caer
Bajo la hoja al llano

La consistencia musita los días
La inconsistencia dormita las mañanas

Un verdugo amenaza tu casa
Salta por la ventana la noche

Tomo la vida de la vida
En estambres
En esporas vuelo a tu encuentro
Toma la vida de la vida
Me diluyo amaneciendo.

Mi memoria se relame en la conciencia

Velaras por ti
Velaré por mi
En cementerios mudos.

La rosa sangra en tu boca
Tu boca besa la sangre.

Me querías tanto que te fuiste
Una noche de verano
Fugitiva de mi alma
Como una campana en el desierto
que llama a la comunión
Con el vacío de tu aliento
Se fragua tu esencia
Como una estampida de elefante

La tinaja cae sobre una roca desecha
La entera roca goza de su dureza.

Le hace burla
La tinaja muda rota rota
En pedacitos
Bajo un cielo
Duro como piedra.

 Una riada grande como un planeta
rápida como un cometa.

Una estrella fugaz rompe un hueso hambriento.

Un día de otoño se fue
parece se ha marchado
montado en sus hojas ocres
donde los pasos se amansaron
una lagunita tapo el cielo.

Las nostalgias se confunden
en las horas impagas
Y los muertos parecen resurgir
de los ronquidos del llano
no tienen consuelo.

En el fondo la rosa ahoga un ayer
Se enluta la mañana parece perder el rumbo
El barco pierde el estribor
Un pez ciega el hambre
Testigos del amanecer
ruge una ola a lo hondo
una serpiente avanza
se desdibuja el mañana
se abre una fosa grande.
Todo se derrumba 
y a volver a empezar.

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