Tu cuerpo tibio
antes de partir allá
al otro misterio del poeta.
Te leíste una vida en Santos.
Esperas reunirte en comunión con ellos
y no sufrir tu ausencia.
Morando en ellas y en mis rezos, que olvido,
me sostengas con preámbulos del cielo
regalándome la certeza de la eternidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario