domingo, 27 de julio de 2014

Morir y remorir



Morirse en escaleras al pie del sueño
Al alba encendida
En pedacitos

Morirse en forma
Con llamas de boca

Hambrienta habitante
De tus demonios

Morir y remorir al flanco
Del hueco
De lo impuro
De lo parco

Remorir y morir el instante
La espera
Que nos asemeja cadencias roídas.

sábado, 26 de julio de 2014

Todo sobre mojado y sobre todo lo mojado.



A la espera de la difunta
La que no tiene consuelo
A la espera una de la otra
Yo no le temo.

No temo ni siquiera su encanto claroscuro
Ni su herrumbre de vastos desconsuelos.

Acá me tienes
Y en desorden absoluto
Abstracta a todo
como un vidrio molido a palos
Un haz de luz al desierto
Con la fusta puesta
Pues si me arrinconas
Te clavo al alba y te dejo
ensimismada en la desgracia que te acoge.

Venite, que el vino y mis huesos
Se embeben y las horas pasan como raspando las paredes
de esta casa todo se junta entre el pucho y la cocina.

Siéntate conmigo en el hueco
aquel este donde arrebataré tu chillido
de lobezna y besaras el alba envuelta en pena.

El gato se fue en el tejado
Y la casa por las nubes
Ansío lo desprevenido
Y desprevengo lo que ansío
Me visto de luto un día festivo
Un plato con guisante
parece consolar a los dolidos.

El beso pretende lo que no puede dar
que es su constante deseo.

El llanto cae y el tejado se moja
Todo sobre mojado
y sobre todo lo mojado.

Un respirar y soplo me dejó envuelto
en una luz de encanto.

La pajarera es una mañana Oda
En los pajonales vi florecer el ocaso

Nací viví morí
Ensortijado en la calesita
Como un páramo de un te quiero
Un soliloquio de un mañana
Taciturna y a la caer
Bajo la hoja al llano

La consistencia musita los días
La inconsistencia dormita las mañanas

Un verdugo amenaza tu casa
Salta por la ventana la noche

Tomo la vida de la vida
En estambres
En esporas vuelo a tu encuentro
Toma la vida de la vida
Me diluyo amaneciendo.

Mi memoria se relame en la conciencia

Velaras por ti
Velaré por mi
En cementerios mudos.

La rosa sangra en tu boca
Tu boca besa la sangre.

Me querías tanto que te fuiste
Una noche de verano
Fugitiva de mi alma
Como una campana en el desierto
que llama a la comunión
Con el vacío de tu aliento
Se fragua tu esencia
Como una estampida de elefante

La tinaja cae sobre una roca desecha
La entera roca goza de su dureza.

Le hace burla
La tinaja muda rota rota
En pedacitos
Bajo un cielo
Duro como piedra.

 Una riada grande como un planeta
rápida como un cometa.

Una estrella fugaz rompe un hueso hambriento.

Un día de otoño se fue
parece se ha marchado
montado en sus hojas ocres
donde los pasos se amansaron
una lagunita tapo el cielo.

Las nostalgias se confunden
en las horas impagas
Y los muertos parecen resurgir
de los ronquidos del llano
no tienen consuelo.

En el fondo la rosa ahoga un ayer
Se enluta la mañana parece perder el rumbo
El barco pierde el estribor
Un pez ciega el hambre
Testigos del amanecer
ruge una ola a lo hondo
una serpiente avanza
se desdibuja el mañana
se abre una fosa grande.
Todo se derrumba 
y a volver a empezar.

jueves, 24 de julio de 2014

Besos


He perdido las ganas de tenerte.
Mis penas se han resuelto en el ocaso
Mis besos solo aguardan lo que calla.

martes, 22 de julio de 2014

Destino


Sobre una manzana
cae la palabra redonda.

Mi mano coge la manzana
come la palabra.

Mi cuerpo se dilata en la noche
al espacio infinito.

Saboreo los jugos de mis entrañas
como única gota de la ensenada.

Un barrilete forja mi destino
al más allá donde rebota la materia.

domingo, 20 de julio de 2014

Exilio




En el exilio
Cae una mañana,
Todo cae
Una tarde una noche
Me contemplo en los exilios te contemplo
En las distancias
Saber que estamos en permanente exilio me angustia
Un irse en tu ojos,
Dejando vacíos los míos de tus miradas. De tus logros
Los brazos siempre caen al costado del cuerpo, son solos,
exiliados
No tocan otros brazos, cuelgan
Las manos no acarician otras manos
Son solas, se van siempre
En espacios huecos
Tu silencio es misa
Tus manos sobre la virgen buscan la esperanza
Tocar la vida dejar el silencio a la exiliada.
Los pasos los ojos
En la calle mi distancia es la tuya
Mis huesitos
Mis pajaritos
Mi alondra de piso
Siempre en el piso, en el espacio ese que nos separa
Indestructible, como el pentagrama y las notas
a las alegrías
a las miradas
Los barcos nuestros de la exiliada
Ese hueco que te dilata
Esas sombras que caen siempre
Me desconsuelan por las noches
Noches de espacios infinitos
Unos hondos huecos de plumas
De ojos de gatos
De mi exilio
Nuestro exilio
De tus ojos que me esquivan
Evitan tus manos
No digo de tus besos que invento
La distancia, esta alegoría
Este hueco de vida
Esta boca con hambre
Este pucho
El humo del exilio
Se va dibujando coletas
La maestra se fue en el exilio
Las aves se marcharon al exilio
Nuestros ojos
La mirada
La casa permanente en el exilio
Te ves en el espacio inexplicable del exilio.
La distancia que permanece
Lejos de tus besos y de todo
Tu silencio de misa sepulcral
De tu exilio solo te cubre la madre santa
Cuando te abraza o cuando la tocas arrodillada un domingo
Apiádate de mí
Dame una estadía permanente  
Esa de la  que nunca debí haber salido
A este exilio sepulcral de mis huesos.

sábado, 19 de julio de 2014

Soledad sola



Soledad,
bebida sola
Acostumbrada sola
callada sola
Soberana
Despiadada y sola
Murmulla,
Hociquea
el alma sola
Vaga viajera, vaga sola
Te enviste incansable en la espera
sola
Impiadosa
Sola. Soledad.

Mi ciempies




Tengo un ciempiés adentro
En lo profundo tal como vez
Es un ciempiés con patitas de algodones
que me conmueve
Un bichito en pie
¿Qué querrá pretender con tantas patitas, con tanto andar?

Se mueve de lado a lado
Balanceando su cuerpito flojo

Es un bichito raro, pero tan querible mi ciempiés
Tan profundo.

La rosa olvidada



Una mañana cualquiera
La ventana se llena de soles
De vastos recuerdos
Se volaron las espinas
Las partículas de mugre viejas
El olor a cigarros y bifes
Ahora la rosa no llora
Se viste, se prende a la luz que la acoge
Se embebe en su sabia
Y abre sola, sin prisa
Cada pétalo olvidado.

viernes, 18 de julio de 2014

El bote


Incursiono en un bote
solitario y a la mar,
Unas gaviotas y una luna un hilito.
Brillantes van unas estrellas
Mi sien bajo como una nuez abierta
Vogando en las aguas atemporales
las que me vieron crecer.
Lo que me rodea y yo
y el murmullo de lo incierto.
Acudiendo a la memoria del espacio
a el sonido de los amoríos
Que vuelan vuelan sin quehaceres
sin desdichas ni pretextos
el sueño luz
de este hueco
y este bote y esta nuez abierta.

Palabras caídas



La poética del silencio
observa desde lejos

Silba  tu cabeza,
rendonda naranja,
los jugos dulces
de las aventuradas libertades
que tu alma estirpe
con cada escupida
con cada silbido
a tu lengua lacerante.

Se caen rendidas a tus pies
a tus huesos saciados bebidos.

Deshojándome vida



Mil veces dude que te quería
Y en el vacío de la melancolía
blanca solitaria y fría
solterona de mis mil amores
tirado al escaparete del ocaso
al viento huracanado de
mis besos mudos pegados
en las sabanas tapadas hasta el cielo de mi certeza.
Me desprendo y caigo solo, a la sombra hambrienta
de unas bocas deshojándome como margaritas en un te quiero no te quiero.

jueves, 17 de julio de 2014

La morada espera


Es un día muerto.
Quizás golpee a tu puerta
la morada de las almas.
Comulgue por última vez
y me detenga en el espacio aquel, de los pájaros.
Dibujándome coletas como de olvidos.
De unos ayeres lejanos, tan de nadies.
Y ahora con mi ser acá en el vacío
en la morada, guardilla de los osos hambrientos
que aguardan mi carne
donde rebosa la sangre acuosa, entre la rosa tibia
que me envistió hace años, ya de mas joven
el que se fue, en unas lunas , otras, no estas.
Estas son únicas y solas… muy solas, blancas impolutas bolas,
sin huecos, sin pan bajo el brazo.
Estoy a la espera lo sé, pero aún no llega la manada que embista mi materia.
Estos dedos no respiran mas las pentagramadas notas, solo
unas palabras que aúllan, como lobos esteparios que
se despiden siempre, que me reclaman siempre
lo que no se darles.

martes, 15 de julio de 2014

Regálame la eternidad

Tu cuerpo tibio
antes de partir allá
al otro misterio del poeta.

Te leíste una vida en Santos.
Esperas reunirte en comunión con ellos
y no sufrir tu ausencia.
Morando en ellas y en mis rezos, que olvido,
me sostengas con preámbulos del cielo
regalándome la certeza de la eternidad.

Párpados caídos

Se fue tu mirada hacia la mía
caían párpados
una mañana en valijas.

Todo un antes, un después.
Caducó la casa provisoria.
Te has hechado al silencio.

Acá tu hijo abandonado en el pozo de los ciegos.

Huérfano de tus ojos y de te quieros.


Espera

En el cielo caído
donde mis llantos se amontonan.
Una bocaza hambrienta habita
el espacio este
fuera mío
de lo que soy
esperando
mi huída.

Palabras calladas

Soy lo exiguo.
Militante de mis mil ceros.
Vociferan a mi flanco callado
vastos vocablos que sangran

miércoles, 9 de julio de 2014

No morirme nunca

No morirme nunca
No dejarte en vano
Despojado y solo
Sin un corazón

No quererte en tiempo
Pájaro andariego
Vestido de azúcar
Dulce picaflor

Tierra prometida
Nos dejaste el alba
Una riada grande
Llena de dolor

No moriré nunca
Tú a mi lado tan sin poco
Desojados solo
Ya sin corazón.

No podré morir

martes, 8 de julio de 2014

En ti





Son los ojos
del suave desafío
de los días
que se fueron
Y en tu boca
El pétalo caído
de tenerme junto a ti

Los pecados




Se arrastran las hojas
Los que ahogan los minutos son los pecados!
Las aves se apoyan en los sueños nuestros
Deje el sinsabor del tiempo
en alguna roca fría, junto al río
Arrastran las olas lo que pueden lo que queda
Y Mastique la tierra húmeda
bajo un sol de primavera
También tosté mi carne
Y acudí como acude el gorrión a su miga
Quise atesorar las aguas para aplacar las ruinas
pero unas desconsoladas manos frías se apoyaron sobre mí
antes de partir diciéndome:
Los que ahogan los minutos son los pecados!.

Respiro



Respires las melodías del ayer, acá me siento
Se consumió la ira, el encanto, el beso
En cuanto a vos tengo
La espera entera
Del andar continuo
Musito la vida
Mendigo el pan que sobrevivo.

Abanico



Abanicos de penas
Y un canto
Con el claror de unas aguas
Con el deseo de un tsunami
Me invento
Y en la higuera de un amor
Me alimento.

Hojas vacías



Pagina en blanco
Corazón
Suplique
Cuando nacimos una rosa y un te quiero
Buen día!
Me encuentras aquí, siempre en tantos lados
Los mismos,
Tengo un ombú crecido y un jazmín recordado
Tengo unas manos tuyas y estas hojas vacías
No más que eso, que no es tanto para muchos
Pero para muchos todo
Como estás tú, con estas navidades
Te dejaré un regalo lindo, te lo prometo
Vos regalame lo que quieras
No hace falta tanto
Unas caricias viajeras me vendrían bien
Sabes,
Y cuando el cielo me acogote pensaré en tí.

Cosmos





Y pensarás que así caen los días
Me dejaré llevar
Como esa melodía, en esa melodía
Consecuencia de notas
Razón de un amor
Y entre vientos,
en donde los pentagramas subyugan
(que es ahí donde mejor están)
Seré lágrima, griterío
angustia, distancia
Nos detiene altivo
(que es ahí donde mejor están las notas)
(que es ahí en donde mejor está el alma)
Sobre un cosmos se dibuja la vida.

A ti



  Déjame caer en ti
  en pétalos de rosa
  y en tus manos como nunca nadie
  y en tu boca
  como solo yo.


  Déjame caer en ti
  en plumitas de gorriones
  y en tus ojos y en tus pechos
  como nunca nadie
  como solo yo.

  Déjame, no me preguntes nada
  que como solo yo en tus manos nunca nadie
  ni en tus ojos...
  ni en tu boca...
  ni en tus piernas...

Como un recuerdo








Te escupo en la hoja

Me busca la vida

 Caes en el más ahora

Pero no me pidas más

Es lo que puedo

Mírame!

Tengo los huesos cansados

 Y las mañanas dormidas

Los ojos mutilados de no verte

Y la boca reseca de no tener

Cuanto me cuesta todo

Ojala te apiades de mí

Y me entiendas

Soy esto

Sólo Tinta que yace

Garabatos vacíos


Más no me pidas

Que no puedo darte

Lo que no tengo


Entiéndeme!

Siempre me han pedido bastante

Y mi cuerpo no ha querido tenerme

Déjame solo ser tinta

Para recrearme

Quizás para volar

Algún día

En un papel cualquiera

Naciendo

En el manchón

de la mano de un niño

Como un recuerdo

Sin mí







Las aves vuelan
Y tu cuerpo abraza la brisa

El día esperando tu silbido


Cuando el río te llama,

las piedritas besan tus pies

Los sapitos te sonríen
con las mañanas haciéndote cosquillas al ombligo

Yo te sueño
Feliz de verte siempre

Tus soles te esperan
a mí las plantitas del balcón
Las calles mudas

Desnuda, te llaman las hojas
Y el tiempo te abraza
Se cae de espaldas
A tu lado
En las sombras
De un tarde sin mi

Encuentro




Y en estos soles
que pretendo como míos
De mi corpóreo cuerpo
cual gaviota en vuelo
me eximo para mi encuentro

Pasillos






Por los pasillos
entre las paredes,
mi alma,
renombrando las cosas.
Exhaustas las sombras me lanzan a la calle.
Y en la herrumbre noche de sus alas blancas.
ante bramido del hombre insistente
germino cavilante

Ya sin galerías ya sin nombres.
.

La primavera





Sutil abril que
dejé sesgado
Sobre un rincón de primaveras
Con unas flores, que se fundieron
En unos brazos que ya no están

Ahora ya sé,
que soy tan poco
Sin las caricias
Que no sean las mías
No tiene mas un abril la pena
Esta manchada esta primavera

Quizás de mí
Se apiade un invierno
Aunque los fríos son más perversos
Pretendo ser, sutil camelia
Para arroparte con flores bellas

No tiene mas un abril la pena
Esta manchada esta primavera.

Este yo




Quedó prendido sobre la luna
Este yo, que tengo
Y no sé
Quedó como la suave espera
En el rincón de los lamentos
A veces quiero nacer otro día
Donde no halle el desconsuelo
Sin embargo los senderos
Son mas grandes que el tiempo

Quedó sobre una luna prendida
Este yo que tengo

Ame



Ame la dulce espera
De las mañanas
Ame lo que no tuve
Y lo que ansío

Desprevenido
Entiendo
En la repetición
De mi nombre
Que tengo otro azar.

Deje



Deje volar las azucenas de tu morada
Acudirá a mí una noche de espanto.
Volverán un día
Te espero
Seré ave de desierto
Suplicaré por ti
Escribiré tu nombre en las paredes
Contaré los días como los presos


Si tengo que morir
Pediré morir ave
En el desierto

Estrella fugaz






En tus labios cayeron unas rosas bajas, en mi mejilla unos sinsabores, dispuestos al encuentro, en el recinto del llamado, bese otra boca, ingrata y cruel, en el recinto de lo injusto levante un cielo, mi nombre cayó esa noche como una estrella fugaz borrado

Noches blancas





Y a las noches blancas de fantasmas
Se viste de gala la luna y las estrellas
Invitadas preparan las copas
Que beberemos
Dejando al olvido el nombre
En el hogar el cuento
de lo que somos.
Al frappe, del beso
Jamás pregunte quien eras
Doblegado a la quimera
Sobre un río de espermas.