Entre dos ecos retumba mi memoria.
Las sombras de las calles son mis extrañas
conocidas.
No tiene más resplandor el alba ni frontera, esa
franja del "yo" deshabitada
Se apaga la luna y se enceguece sobre un pucho eterno.
Unas hojas conmemoran mis ayeres, mis miedos
Las puertas muchas y solas, como gatos en la lluvia
No conocen de pérdidas ni de exilios
En este hueco yace la memoria que surge
de su galera mis recuerdos.
en dedicación a "Alejandra y Julio".
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